Jon Favreau se aleja de las grandes explosiones para volver a un cine más íntimo, arropado por una plantilla de actores que emanan naturalidad y comodidad en sus personajes. la película se centra en el viaje exterior ( 2700km que separan Miami de los Ángeles) e Interior de Carl Casper solapándose ambos en esta suerte de road movie, salpicada por apariciones actorales que crean un cóctel muy recomendable a un ritmo que ni se entretiene ni tiene prisa.
Me gusta como deja ver la influencia de las redes sociales, desde los efectos de las sentencias de críticos/blogueros pasando por las novedades del mundo "viral", hasta las hazañas del community manager del puesto ambulante para, en definitiva, mostrar como éstas han transformado nuestra manera de comunicarnos crear y consumir.
Favreau se aplica como director uno de los mensajes de la película, no coartar la creatividad, pues, una vez consigue la escena plasmada como ha sido escrita en el guion, invita al reparto a la improvisación libremente. aportando nuevas posibilidades a los actores y ayudando al director a realizar una comedia más orgánica. y otra curiosidad, Favreau trabajó, de incógnito, en un camión de comida rápida. y estuvo asesorado por Roy Choi, ganador del premio a Mejor nuevo chef de la revista Food & Wine.
La relación entre Carl y su hijo nos regala momentos de hondo simbolismo. dejando ver que el aprendizaje va en ambos sentidos. una muestra de ello, y de la llaneza del guión, lo vemos cuando su hijo le dice a Carl "Me gusta cuando hacemos cosas".
Resumiendo, no se deleita en momentos agridulces, siendo estos muy escasos, prefiriendo caracterizarse por ser un producto reposado, sensible, y a ratos muy inteligente y enternecedor. en definitiva, chef es una película de las que se disfrutan dejándonos muy buen sabor.
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