Pequeños Detectives de Monstruos es un juego de interpretación (también llamado juego de rol) para jugar con niños a partir de los 3 años. Un juego en el que los participantes asumen el rol de unos detectives, y su misión es buscar pistas por una casa o lugar, y descubrir el monstruo que está causando problemas.
El juego nos viene en formato libro, diseñado pensando en todos, pero sobre todo en los mas pequeños. Y condensa una poderosa herramienta pedagógica para tratar con niños los miedos infantiles (a la oscuridad, a los ruidos raros, etc) a través de un juego narrativo dirigido por un Detective Veterano que debe haberse leído el libro -una lectura muy amena repleta de ilustraciones y detalles-. No es un requisito tener miedos para jugarlo, podemos jugar sólo por la diversión que ofrece o se pueden tratar otro tipo de necesidades. Esto último fue lo que hemos querido hacer la profesora de infantil de 4 años y yo, tratar necesidades generales de la clase mediante el universo que ofrece la agencia de detectives.
Al ser un juego interpretativo, las experiencias vividas durante las partidas tienen más efecto sobre el niño o niña, y poco a poco esos miedos se asocian a la diversión, a los amigos, a las aventuras… y progresivamente el miedo desaparece. No olvidemos que también es un juego, así que lo importante es pasarlo bien en compañía de los amigos y la familia.
Los niños conocieron el origen de los monstruos (una mezcla de pelusas e imaginación) y cómo estos pueden mejorar y aprender a ser más buenos. Se les enumeró las tareas propias de los detectives de monstruos: el resolver misterios y ayudar a los monstruos a ser mejores. Así se les presentaron 3 arquetipos: El monstruo del Desorden (un despistado al que le gusta mover las cosas de sitio) El monstruo de las Macetas (Tímido al que le gusta coleccionas cosas de los jardines y ensuciarse con tierra) y el Monstruo Soplón, un monstruo creado para la ocasión con la intención de trabajar el acusar a los demás compañeros y estar más pendientes del trabajo ajeno que del suyo propio.
Este juego fomenta el trabajo en equipo, donde nadie es vencedor ni vencido sino que se busca el bien común para el grupo. Se aprende a compartir, a respetar a los demás, a buscar soluciones a problemas y a desarrollar la imaginación.La experiencia por mi parte ha sido super gratificante, es una gozada la oportunidad de trabajar con niños pequeños y en todo momento la profesora estaba en la clase, apoyando la actividad mediante estímulos puntuales, lo dicho un lujo que espero poder repetir.